En el año 1974 se hizo la última restauración a un cuadro inquietante, de un gran genio siempre puesto en tela de juicio, Francisco de Goya, este autor había perdido prácticamente toda la capacidad de audición aproximadamente en el año 1792, dicen que esa sordera le habían aproximado mucho mas al mundo de las sombras, era un ser distinto pero tan genial como siempre, Francisco de Goya en el mes de Noviembre de ese año, hay quien se atreve a aventurar que el día de difuntos aunque no se puede corroborar con exactitud, traspasa la cancela de hierro de un lugar singular, de un lugar que se le quedara tan impregnado en la mente que acabara consagrando su obra a una escena que le marco y aun nos marca ahora a nosotros cada vez que nos asomamos a ese cuadro; Dos hombres desnudos pelean, están en una especie de celda, de cárcel sombría, por las rendijas entra la luz por la parte derecha, hay un individuo con risa bobalicona en cuclillas en un lateral, otro porta un gorro, hay quien hace posturas obscenas, algunos en el fondo, en las tinieblas del cuadro están peleándose en una especie de batiburrillo de manos y pies; Y aunque Goya no podía ya escuchar, ni nosotros podemos oír un cuadro parece que un tremendo lamento sale de esa obra. Probablemente cuando bautizo su obra pictórica no sabía Francisco de Goya, el gran genio, que la palabra manicomio venia del griego “manía” que significa locura y “komio” que era referente al lugar pero curiosamente ese Corral de Locos tal y como lo llamo sigue siendo el ejemplo pictórico de la obra de Goya y de lo que era un manicomio en el S. XVIII. Demasiados expertos coinciden que después de esa visita al manicomio de Zaragoza, después de pintar ese cuadro ya no fue el mismo, puede que el genial pintor, plasmando el horro que vio encontrase un nuevo estilo, el germen, el primer prototipo quizá de lo que décadas después fueron sus famosas e increíbles pinturas negras.
Varias décadas después pinto otro cuadro, lo titulo “Casa de locos” y en él trato de mostrar un lado más humano de esas gentes delirantes que antes había mostrado tan deshumanizada, quizá fue por remordimientos, quizá por arrepentimiento o quién sabe si porque tras pintar la agitada sociedad Española de entre siglos se dio cuenta de que no todos los locos estaban en las casas de locos ni todos los de las casas de locos estaban locos…
